Por Pablo Ruiz
Valoración: 9
Lo primero que he de decir es que el señor Bruce Springsteen existe. Es real, por si alguien tenía dudas – yo las tenía -. Me di cuenta de su carácter humano y terrícola cuando salió al escenario el último, después de toda su banda. Dijo “Buenas noches, Madrid” y empezó la fiesta. Sonaron los violines, sonaron las trompetas y escuché su voz.
Well, John Henry was a little baby
Sittin’ on his daddy’s knee…
Su voz rugió y entendí que el hombre sobre el escenario, armado con una guitarra acústica era Bruce Springsteen y era de verdad. El concierto acababa de empezar con John Henry, una de las más festivas canciones del disco que está aun presentando el jefe en España, una revisión de temas populares americanos, algunos de ellos escritos por Pete Seeger el octogenario anarquista. A partir de ahí Bruce y su banda siguieron mezclando repertorio folk con temas propios compuestos a lo largo de su larga trayectoria. El primer clásico en llegar fue la magnífica Atlantic City de su disco Nebraska (1982). Siguió la verbena con temas del disco en cuestión como Eyes on the Prize, Jesse James, O Mary Don’t You Weep, Erie Canal, Mrs. McGrath, Jacob’s Ladder o Pay Me My Money Down – uno de los momentos más divertidos de la noche, cuando el hombre que tocaba el trombón se quedó sólo en el escenario con el público coreando continuamente el estribillo hasta que llegó Bruce y se sentó en un amplificador observando el espectáculo – y temas muy queridos por los fans como Bobby Jean, Open All Night y tres magníficos temas de su último disco, Devils & Dust (2005, Columbia).
Por supuesto todas las interpretaciones de sus temas propios no se parecen absolutamente nada a las originales con lo cual se esforzaba uno en reconocer qué demonios estaba sonando. Pero alguna fue especialmente brillante como You Can Look (But You Better Not Touch) o la citada anteriormente Open All Night. El espectáculo que montaron fue realmente impresionante, casi dos horas y media de show con un Bruce muy divertido y una banda que rebosaba alegría y virtuosismo por cada uno de sus miembros. En cada canción alguno de los músicos se acercaba al filo del escenario a tocar mirando fijamente al público y contagiándose de la alegría y las ganas de fiesta de los presentes y en varias ocasiones toda la banda acababa reunida en fila dando marcha a diestro y siniestro.
El adjetivo que definiría el concierto sería “divertido”. Fue, sencillamente divertido, muy divertido. Una fiesta, una verbena espectacular con un sonido perfecto como pocas veces he tenido oportunidad de escuchar en un directo y una sensación de alegría absoluta al finalizar el espectáculo. No es un concierto para escuchar los clásicos rockeros del jefe, pero sí fue un concierto de rock. Uno no paraba de saltar, bailar y sonreír de manera perpetua al ver a esos 17 músicos compenetrarse de esa manera, jugando entre ellos, riéndose sin parar, poniéndose los sombreros y gorros que les lanzaba la gente. Divirtiéndose como el público se divirtió.
A pesar del barro, de las muchas horas de pie haciendo cola y del frío, he de asegurar que cada vez que el señor Springsteen vuelva por aquí intentaré verle, porque sé que me voy a divertir como en pocas ocasiones puede hacerlo uno. “Nos vemos pronto” dijo al despedirse.
¡Allí estaremos, jefe!
Music Sound System 
Por algo es el Boss.
Qué crack el tío…
Jeje, buena pinta. ¿Tanto cambia las canciones del estudio al directo?
Tiene que hacerse un tanto raro un concierto de Springsteen en ese «formato», pero ya se sabe, el que es grande….
Espero que el año proximo grabe y gire con la E Street y poder verle como en el 2003. De lo mas grande que he visto nunca.
offopic: apenas me paso por aqui, espero a no mucho tardar escribir algo cuando tenga un hueco. Aunque ya veo que os habeis hecho eco de LA NOTICIA, señal evidente del nivel que hay por aqui!!
P.D: de esa gira prometo cronica de todos los conciertos para los que consiga entrada ;)
Zigy, sí que cambia mucho las versiones de sus canciones con la E Street de los primeros discos, las disfraza, cambia la melodía, el ritmo y por supuesto el sonido de la banda.
Yo pensé que el concierto estaría bien pero me sorprendió mucho, fue mejor de lo que imaginaba, como digo en la crónica… fue un concierto de rock.
es el mejor, el mas, en el concierto de las ventas lo dio todo os lo aseguro me lo pase genial y se hizo muy corto, espero poder verle pronto otra vez, no siempre tengo suerte con las entradas, pero esta vez si,no me arrepiento de haber ido, solo pienso en el Boss y le escucho en cada momento de mi vida.
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